Ya comenzamos a palpitar un nuevo mundial de fútbol. Esta vez en Sudáfrica, una nación con muchísimas contradicciones sociales, políticas y económicas. La FIFA apostó a realizar el campeonato a pesar de la cuyuntura de un país con grandísimos problemas. Vale la pena estudiar e informarse sobre la historia de un territorio donde conviven barrios del primer mundo y villas miseria, estados prósperos y denigrados.
Más allá de esto, nuestro país desenpolvará las banderas, la ilusión del festejo renacerá y se acabarán las disputas y antinomias políticas en la sociedad - no tanto en el seno de los dirigentes políticos - para unirse en un grito único y común. Por suerte, el pueblo ha sabido con creces conmemorar la fiesta del Bicentenario, por lo que, al menos por este año, no está permitido decir que el pueblo argentino sólo se pinta de celeste y blanco para este tipo de fiestas futboleras. Lo cierto es que los muchachos ya están en Sudáfrica, con Diego Maradona como conductor, ¿palpitando? e implorando una alegría. ¿Se imaginan lo que sería para nuestro conseguir la copa, más cuando se están cumpliendo 200 años de la patria?. ¿Se cumplirá el sueño?. Pronto lo sabremos...
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